- Confinamiento o lavado habitual de manos: inviables en África.
- Ganar tiempo: clave para aprender de otros y conseguir recursos.
- Un modelo flexible: la mejor opción para el continente africano.
El uso de confinamientos estrictos en África puede ser más contraproducente que beneficioso y el establecimiento de un sistema más flexible podría igualmente proporcionar más tiempo para enfrentar la enfermedad. Eso sí, siempre y cuando se adopten medidas de educación sanitaria agresivas sobre la población y se proceda a testar y aislar a los infectados, empleando un test barato y fácil de utilizar.