En el próximo mes de noviembre, las neurólogas y voluntarias de Recover Irene García Morales, Eva López Valdes y Patricia Gómez Iglesias viajarán rumbo a Bouaké, Costa de Marfil, para impartir durante cinco días una formación intensiva en epilepsia a 10 médicos y enfermeros del Hospital Psiquiátrico de Bouaké y de otros centros de salud del entorno rural de la región. La iniciativa se enmarca dentro de la colaboración de Recover con SAMENTACOM, un proyecto marfileño de promoción de la salud mental en comunidades rurales liderado por el médico y director del hospital psiquiátrico de Bouaké, el Prof. Asseman Koua. Gracias al uso de la plataforma de telemedicina Salud 2.0 de la organización –que permite el intercambio de información entre profesionales de la salud africanos y especialistas voluntarios españoles a través de la gestión de casos clínicos, seguimiento de pacientes, actividades formativas y recursos bibliográficos–, esta formación será continuada en el tiempo para poder alcanzar su objetivo último: la mejora de la atención al paciente epiléptico. Dentro de esta plataforma, el grupo de voluntariado en neurología de Recover liderado por Irene García Morales y David García Azorín es especialmente activo, participando desde 2014 e impartiendo este tipo de cursos presenciales en Camerún y Costa de Marfil cada año.
La importancia de la cooperación internacional en neurología
Fundación Recover es una ONG española que trabaja desde 2007 por un modelo de sanidad sostenible en distintos países de África subsahariana. Uno de estos países es Costa de Marfil, donde si bien existe la sanidad pública, esta no es ni universal ni asequible para la mayoría de la población. A esto hay que añadir que el país enfrenta una gran escasez de personal sanitario, con 1,4 médicos por cada 10.000 habitantes, en comparación con los 40 en España. De las patologías atendidas en una consulta general, el 14% se corresponde a enfermedades neurológicas; especialmente cefaleas, epilepsia y enfermedades cerebrovasculares.
Sin embargo, el país cuenta tan solo con una veintena de médicos especialistas en neurología y el 80% de ellos reside en la capital, Abijan. Por ello, la atención en estas patologías recae en profesionales sanitarios con escasa formación en la materia. Además, tampoco son habituales los proyectos de cooperación o voluntariado internacional en neurología, probablemente debido al carácter crónico de este tipo de enfermedades, pues generalmente las intervenciones terapéuticas puntuales no son suficientes para mejorar la situación de estos pacientes.