La misión de agosto de 2024 a Burundi, llevada a cabo gracias a la colaboración entre Fundación Recover y Fundación Kyrikú, ha logrado un hito histórico en la mejora de la atención sanitaria de Burundi. El equipo ha instalado un laboratorio de anatomía patológica en el Hospital Público de Ngozi, que será de referencia en Burundi y en toda la Región de los Grandes Lagos y mejorará la calidad de vida de decenas de miles de personas.
Este laboratorio, en funcionamiento desde mediados de mes, representa un paso gigante para el diagnóstico y tratamiento de diversas patologías. Gracias a él, se podrá diferenciar y diagnosticar con precisión enfermedades infecciosas, tumorales malignas y benignas. Como explicó la patóloga Ana Belén Enguita, «la anatomía patológica nos va a permitir distinguir procesos infecciosos y tumorales, dándole nombre y apellidos a cada enfermedad», lo que facilitará la aplicación de tratamientos más adecuados y efectivos.