Mujer y desigualdad son, a menudo, dos palabras que van de la mano. Esto es así en la mayoría de los países del mundo, pero es una realidad aún más grave y con peores consecuencias en África Subsahariana, donde las mujeres, que son muchas veces el motor de desarrollo y la columna vertebral de sus comunidades, no tienen acceso a una educación ni a una atención sanitaria dignas y de calidad.
Esta nota de prensa ha sido recogida en los siguientes medios: