Fundación Recover trabaja en Camerún para frenar la malaria endémica
El 25 de abril se celebra el Día Mundial de la Malaria (también conocida como paludismo) y desde Fundación Recover queremos seguir concienciando sobre la situación de esta enfermedad en África. Según el Informe Mundial de Malaria 2022 de la OMS, el continente africano sigue soportando la mayor carga de la enfermedad. En 2021 se dieron allí el 95% de todos los casos del planeta. La malaria sigue siendo una enfermedad que causa estragos en la infancia: el 80% de todas las muertes por paludismo en la región se dio entre niñas y niños menores de 5 años.
En Camerún –país en el que Fundación Recover trabaja para controlar la enfermedad– la malaria es endémica. Como explica nuestra representante en Camerún, Émilie Ngono, “los más de 27 millones de cameruneses están expuestos regularmente a la enfermedad”. En 2022 el país registró más de tres millones de casos y casi 4.000 muertes, la mayoría entre niños menores de cinco años y mujeres embarazadas.
Sin embargo, a pesar de la dureza de los fríos datos, la OMS asegura que Camerún se ha convertido en uno de los 15 países que ha conseguido reducir la incidencia de casos de malaria y la proporción de muertes, desde un 18% en 2019 hasta un 13,5% en la actualidad. Eso nos empuja a seguir trabajando. “El uso de mosquiteras tratadas con insecticida (MTI), la implicación de los trabajadores sanitarios de la comunidad y la mejora de la calidad del diagnóstico y del tratamiento son algunos de los factores que han conseguido avanzar en el control de la enfermedad”, afirma Ngono.
Trabajando conjuntamente con las autoridades locales y siguiendo las recomendaciones de la estrategia nacional implementada en el país, Fundación Recover lleva a cabo acciones contra el paludismo en Camerún a través de campañas de sensibilización –tanto en las escuelas como en las comunidades– centradas en la prevención y el tratamiento de la enfermedad. También se reparten mosquiteras tratadas con insecticidas (MTI) entre las familias que participan en la campaña.
Nuestro objetivo para 2023 es poder alcanzar a 1.360 niños y niñas a través de los centros escolares y de las familias, ‘utilizando’ a profesores y madres como agentes de sensibilización. Con tal fin, la campaña se propone formar un colectivo de ‘madres saludables’ para que sean las impulsoras de las medidas preventivas. Tras la fase de sensibilización, y a través de los centros de salud que apoyamos, está prevista la realización de las correspondientes pruebas y tratamientos médicos, e incluso la hospitalización si fuera necesaria.
La concienciación, el gran desafío en la prevención de la malaria
Aunque la población conoce la existencia de la enfermedad y tiene cierta información sobre ella, aún es necesario seguir sensibilizando sobre la sintomatología de la enfermedad. Como nos explica Émilie, “mucha gente se automedica y el paludismo tiene síntomas similares a otras enfermedades, como la fiebre tifoidea. Así, si una persona no va al hospital para tener un buen diagnóstico, puede encontrarse tomando un falso tratamiento”. Y continúa, “aquí en Camerún mucha gente sigue pensando que los mangos, por ejemplo, contagian la malaria. Todavía tenemos que hacer mucho hincapié en la labor de prevención, sobre todo con la intensificación de las campañas de higiene y saneamiento en las comunidades”.
La llegada de la vacuna un poco más cerca
Los tratamientos preventivos como la vacuna son necesarios para avanzar en la erradicación de la malaria. El Dr. Mbiam, médico del centro St. Raphaëlle Marie en Camerún, nos cuenta que “la vacunación es especialmente importante para las personas vulnerables, como los niños de 0 a 5 años, las mujeres embarazadas e incluso las personas procedentes de Europa y otros lugares donde el paludismo es poco frecuente. La vacunación reducirá las muertes y otras complicaciones relacionadas con el paludismo como, por ejemplo, el aborto espontáneo”.
La vacuna contra la malaria RTS,S/AS01 fue recomendada por la OMS para prevenir la enfermedad en los niños que viven en regiones con una transmisión moderada o alta. En 2021, se llegó aproximadamente a 364.000 niños con al menos una dosis de la vacuna a través de campañas piloto en Ghana, Kenia y Malawi. Los resultados de esas campañas han confirmado que la vacuna es segura y que reduce la incidencia en poblaciones pediátricas, así como las hospitalizaciones y las muertes. Algunos países comenzarán a introducir este tratamiento preventivo a lo largo en 2023; es el caso de Ghana, el primer país del mundo en aprobar el uso de una vacuna contra la malaria.